Dentro de la rama del derecho administrativo, encontramos varios procedimientos que tienen como protagonista a la administración pública y al particular (administrado), sin embargo, en esta ocasión hablaremos sobre un procedimiento en el que interviene la administración publica, pero ya no un particular, sino, el empleado público, el cual es el derecho administrativo disciplinario, donde mediante un procedimiento se establecen las sanciones que se aplicarán si el trabajador realiza falta o por el contrario omite algunas de sus funciones. Los procesos disciplinarios se basan en el principio de proporcionalidad, lo que significa que, dependiendo del tipo de falta y la gravedad de la misma se procederá con la sanción correspondiente.
El derecho administrativo disciplinario es aplicable a los empleados de la entidad pública, a los de libre nombramiento y remoción; por lo que, tiene como objetivo asegurar a la sociedad y a la nutrición pública la eficacia en la prestación de los servicios a cargo del Estado, la moralidad y la ética de la responsabilidad, así como la conducta correcta de los funcionarios públicos, pero a su vez garantiza la protección de los derechos y las garantías que les corresponde a todos los trabajadores públicos. La administración publica puede aplicar este régimen disciplinario gracias a la facultad disciplinaria que tiene el Estado, es decir, tiene la potestad de imponer sanciones por las faltas que comentan sus empleados en el ejercicio de sus funciones, dichas sanciones tienen como finalidad guardar el orden, la disciplina y lograr la eficacia de los servicios públicos, además, es necesario relacionar el presente régimen con la responsabilidad administrativa, ya que, el cumplimiento de los deberes de los funcionarios públicos constituye una condición primordial para el regular funcionamiento de los servicios administrativos y la consiguiente realización de los intereses generales; si el funcionario deja de cumplir alguno de sus deberes, puede por ese solo hecho, afectar la regularidad del servicio y los intereses generales que tiene a su cargo la administración. Es necesario evitar que esa circunstancia se produzca y en caso de producirse en serio ponerla por medial o sanciones disciplinarias que traen aparejada la aplicación de las penas (Cervantes, pág. 186).
En conclusión, para poder aplicar correctamente el régimen administrativo disciplinario, es de suma importancia, tomar en cuenta las deberes y derechos de los funcionarios, así como la relación jurídica entre e funcionario y el Estado, pudiendo también añadir el término de la responsabilidad administrativa, para que en caso se imponga una sanción esta sea de manera proporcional a la falta y a las responsabilidades que se la atribuyen al cargo que ocupa el empleado.
Autor: Alejandra Villarroel Salas
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