Ante la crisis que atravesamos por la pandemia del Covid-19 donde muy tarde la OMS la catalogo así el 11 de Marzo del 2020, ha ocasionado muchos problemas en todos los sectores, pero más en la economía propia de cada país, sin embargo no podemos homologar nuestra situación económica de nuestro país con los demás Estados desarrollados, que obviamente son más evolucionados en todo el sentido de la palabra.
En el Perú ante la crisis sanitaria se adoptó medidas de emergencia por el plazo de 90 días para evitar una propagación inminente, donde se determinó medidas de control aplicadas por las FF. AA y la policía nacional para el cumplimiento eficaz de las disposiciones obligatorias dictadas por el poder ejecutivo (D.L. 1458).
Alrededor de la toma de decisiones que hace el Estado peruano para poder prestar ayuda a todos los sectores afectados, especialmente al tema laboral que es un factor importante al eje principal de la economía, porque es parte de los recursos económicos que capta el Estado para poder solventar los problemas económicos existentes; como las necesidades básicas de la población que necesitan el subsidio del Estado como también poder asegurar el futuro equilibrio económico que ahora es incierto ante la pandemia del Covid-19.
Las medidas de protección están dirigidas a dos tipos de trabajadores. Por un lado, los trabajadores de la mediana y gran empresa que podrán acudir a sus fondos de compensación de tiempo de servicios (CTS) y sus aportes de pensiones a las AFP para tener liquidez en este momento complicado; y para aquellos trabajadores que por su régimen laboral (pequeña y microempresas) no cuentan con estos recursos el Gobierno ha dispuesto la entrega de una subvención económica de 760 soles mensuales, durante tres meses, para los trabajadores que ganan menos de 2,400 soles mensuales, es decir que el Ministerio de Economía y Finanzas ampara y garantiza los derechos de los trabajadores aun cuando no puedan realizar el cumplimiento de sus actividades laborales a través de soluciones diferenciados y escalonados, para que puedan solventarse y protegerse ante cualquier circunstancia existente.
En mi posición discrepo de la decisión que tomó el Estado en el retiro de fondos del 25% de las AFP, porque algunos aportantes tienen pocos años de aportación o que tienen una categoría baja de remuneración, pues al momento de retirar sus fondos de aportación tendrán un futuro incierto ya que en un largo plazo cuando se jubilen estos aportantes su retiro será mínimo o tal vez nada. El Estado no ha previsto las consecuencias que van a venir en el futuro, donde se afectara al sistema económico, el balance económico, el presupuesto anual porque en un futuro surgirán contingencias donde el Estado va a tener que considerar un nuevo presupuesto para los aportantes afectados que no tendrá como subsistir, a mi opinión esos fondos de los aportantes deben ser intangibles porque hablamos de ahorros de toda una vida.
En conclusión, establezco que:
1. Respecto a la toma de decisiones, lo relevante es determinar cuáles son las consecuencias de estas medidas, su alcance tanto cuantitativo como temporal y, por supuesto, la forma en la que la que deben financiarse. Debe tenerse en cuenta, además, que su eficacia no depende solamente de su elección acertada, sino también de su articulación concreta y de su puesta en marcha con la mayor efectividad. Por ello, es más necesaria que nunca una gestión pública a la altura del calado de las medidas que se adopten, ya que, en una crisis como esta, agilizar al máximo su aplicación puede ser el condicionante crucial de su eficacia.
2. Los sistemas de la AFP, ONP y CTS son paupérrimos porque solo sobreviven del dinero del aportante y es necesario tomarlo como un fondo intangible; deberían restructurarse con nuevos proyectos de ley con política económica.
3. Mejorar la concientización de ahorro a los aportantes, porque es la única manera de poder mejorar la educación financiera.
Autora: Diana Estrella Soclle Alarcon
Suscribo la posición de la autora. Aprobar el retiro de fondos representa un grave problema a futuro, pues es claro que cuando los aportantes que retiraron sus fondos se jubilen, se verán desprotegidos al no contar con una suma de dinero que pueda cubrir sus necesidades de ese entonces. En consecuencia, es probable que el sistema económico se vea afectado y será Estado quien tendría que responder ante dicha situación por su falta de previsibilidad, por consiguiente, tendría que instaurar un presupuesto de apoyo para los aportantes afectados, generando un desbalance económico. Ante ello, es necesario reflexionar sobre la falta de cultura financiera de nuestro país, ya que muchas personas no piensan en su futuro y no piensan en las…
Concuerdo con la autora de tan buen articulo, cabe resaltar del articulo y de la opinión de la autora que el carácter intangible constitucionalmente establecidos de los fondos debieron ser respetados por que esta decisión por parte del estado traerá consecuencias que van a venir en el futuro, donde se afectara al sistema económico, el balance económico y el único que tendrá que cargar con toda la responsabilidad es el Estado por lo que este tendrá que considerar un nuevo presupuesto para los aportantes afectados que no tendrá como subsistir, es bastante preocupante la crisis que se avecina en varios ámbitos.
¡Un artículo muy interesante!
Evidentemente, hace referencia a las primeras acciones que se tomaron una vez sobrevenida la COVID - 19, ahora bien, considero que con relación a la medidas en donde se puede hacer retiros de dinero de los fondos de pensiones, siempre será una situación muy delicada; porque, por un lado, existe la necesidad de flujo económico para las personas y por otro lado, el carácter intangible que ostentan los fondos de pensiones constitucionalmente, ello en resguardo del fin de dichos fondos, asegurar una etapa de jubilación digna.