Como se sabe actualmente hay una crisis política, social y económica en Venezuela, que conlleva a que su moneda prácticamente no valga realmente nada, es así como millones de habitantes han salido de su país con la finalidad de migrar a países que tengan mejores oportunidades y así poder sacar a flote su familia.
Es por ello, que nuestro país se ha vuelto receptor de personas provenientes de Venezuela, ya sean hombres, mujeres, niños, y adolescentes todos estos huyendo de la situación actual de su país, en el año 2019 la Organización Internacional para las Migraciones, reporto el desplazo de más de 4 millones de personas venezolanas a distintas partes del mundo, en nuestro país actualmente hay aproximadamente más de 1 millón de venezolanos.
Ahora, según el libro Las mujeres migrantes y refugiadas venezolanas y su inserción en el mercado laboral peruano: dificultades, expectativas y potencialidades (2020), se encontró que, “el 47.5% son empleadas en trabajos formales o informales, además que el 27.9% ha generado su propio emprendimiento o están autoempleadas, y que el 9.6% amas de casa”. Empero, un 14.9% estaban en condición de desempleo. Una mujer venezolana para conseguir un trabajo pasa por diversos procesos, muchas de ellas ingresaron solo con cédula de identidad, a veces los empleadores les requieren diversos documentos que ellas no tienen y se ven en la obligación de buscar otros empleos incluso vulnerando su bienestar al trabajar más de la jornada establecida en el Perú, o al aceptar sueldos por debajo del mínimo, pero ¿a quién quejarse si se vulneran sus derechos?, sienten miedo de poder alzar la voz y se tienen que conformar con lo que ofrece el empleador. Además de ello, se ven obligadas a soportar la discriminación y desprecio que suele darse por el simple hecho de su nacionalidad, así como también de su aspecto físico, dado que se tiene estereotipos y prejuicios sobre las mujeres venezolanas que no deberían existir.
Las mujeres venezolanas migrando a Perú no la tienen realmente fácil, a lo largo del camino van pasando por situaciones que realmente no deberían pasar, y se vienen vulnerando muchos derechos como ya se describió en el párrafo anterior, pero estas simplemente se callan y siguen trabajando de lo que encuentran para poder tener que llevarse a la boca.
Es así que, hay que tener en cuenta que en nuestro país la política laboral migratoria no garantiza realmente una igualdad entre los extranjeros y los nacionales, habiendo una necesidad de políticas que realmente puedan cubrir la necesidad que se requiere, si bien es cierto tenemos el Decreto Legislativo N° 689 y el Decreto Supremo N° 014-92TR donde establecen un porcentaje de máximo personal extranjero, este no satisface lo que se necesita para tener una igualdad real.
Así pues, hay muchas mujeres venezolanas con carreras completas, de profesoras, analistas, abogadas, entre otras y en Perú no encuentran un trabajo que se relacione con sus capacidades profesionales, esto también porque se les hace complica la validación de sus títulos universitarios para que puedan ejercer en nuestro país y como estas descritas hay muchas más. La desventaja para ellas parte desde el prejuicio, injusticia, explotación, machismo y diversas dificultades que no deberían existir en nuestra sociedad.
Elaborado por:
Daniela Mireylla Arce Calloapaza y Micaela Danila Bermejo Choquehuanca
Bibliografía:
Sanchez, J., Blouin, C., Minaya, L. y Segundo, A. (2020), “Las mujeres migrantes y refugiadas venezolanas y su inserción en el mercado laboral peruano: dificultades, expectativas y potencialidades”. PUCP.
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